CASOS LEGALES

Derecho familiar

Los conflictos y desacuerdos familiares

Las relaciones en el ámbito familiar por regla general se deciden en contextos desformalizados, por la vía de acuerdos de palabra y en la armonía propia de los grupos afectivos que suelen conformar los lazos interpersonales relevantes que siguen al vínculo sanguíneo o conyugal. Pero esto no siempre es así.

Con más o menos frecuencia ocurren eventos relevantes que hacen necesaria la regulación de las relaciones de familia. A veces esta regulación es amistosa, pero se somete a aprobación judicial por motivos legales (como los divorcios de mutuo acuerdo) o por simple certeza (como las transacciones judiciales de regímenes de visita o alimentos), pero en ocasiones estos acuerdos se tornan simplemente imposibles.

Cuidado personal, visitas y alimentos

Cuando hablamos de relación paternal, nos referiremos por antonomasia a las materias que se indican en este apartado. El cuidado personal es el derecho (y deber) del padre o madre de satisfacer las necesidades diarias y fundamentales del niño. Como su nombre lo indica, se trata de la facultad del padre que cuidará por regla general al niño en su día a día, sin perjuicio de que existan visitas para el otro progenitor.

Las visitas, técnicamente denominadas “régimen de relación directa y regular”, se regulan como un derecho del niño a mantener un contacto permanente y habitual con el progenitor que no lo tenga bajo su cuidado (o a veces con los abuelos).
Los “alimentos” hacen referencia al monto en dinero -o en especie- que se pagará mensualmente por parte del padre que no tenga su cuidado personal, al que sí lo tenga, para efectos de contribuir a la mantención del niño.

La decisión sobre estas tres materias es un asunto que, ante quiebres relevantes de la convivencia, se debe judicializar, debiendo el juez tomar una decisión con carácter de obligatoria para los involucrados.

Violencia intrafamiliar

Ante situaciones que impliquen agresiones ocurridas dentro de un grupo familiar (no necesariamente consanguíneos, y tampoco necesariamente personas que vivan bajo un mismo techo), ya sea de carácter físico o psicológico, será necesario aperturar una contienda judicial que venga a poner remedio a dicha situación antijurídica, disponiéndose las medidas necesarias para proteger a las víctimas de la agresión.

Divorcios

El quiebre conyugal puede adoptar la forma de un trámite relativamente rápido y amistoso en aquellos casos en que exista acuerdo respecto a las materias propias de la separación (como la distribución de los bienes y las relaciones con los hijos), pero se puede traducir en abiertos conflictos que requieren asistencia profesional cuando dichos acuerdos no existen.

Sea cual fuere el caso, es importante que revises tu situación detenidamente con profesionales idóneos que puedan defender tus derechos de forma eficaz, ya sea regularizando acuerdos amistosos bajo aprobación judicial o derechamente litigando a tu favor en un juicio contencioso. Te invitamos a agendar reunión cuanto antes y asesorarte en un Estudio Jurídico de Calidad.

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